“Todo éxito tiene el rostro de la madre” No lo digo yo. Lo dice Hellinger -que de esto entiende-, en su libro “Éxito en la vida, éxito en los negocios”. Y francamente coincido. Aprendo experimentando y puedo decir que he visto como han cambiado las cosas para bien cuando la mirada hacia mi madre ha empezado a ser más amorosa. Ahora bien, profundicemos que es lo que realmente significa todo esto… Puede que ahora mismo tu mente te esté trayendo un manojo de recuerdos imborrables y difíciles de perdonar y te estés diciendo : ¿Llevarme con mamá? Ni pensarlo ! Pero tener un trato forzado o entablar una relación si no lo sentimos tampoco es la intención desde la mirada de las constelaciones. Se trata, por el contrario, de poder abrazarla en tu corazón. O lo que es igual, en tu mundo interior, reconociendo que haya sido como haya sido su desempeño en su rol de madre, ella también tuvo sus historias con sus padres. A su vez, sus padres -tus abuelos- también tuvieron las suyas, y así. Esas historias, cargadas de asuntos no resueltos, hacen que el amor no pueda fluir adecuadamente para que nos desarrollemos en un entorno propicio para sentirnos amados, reconocidos, integrados y apoyados como nos hubiese gustado.
Abrazar a nuestra madre en nuestro corazón es reconocer que todos estamos haciendo lo mejor que podemos según la consciencia que somos capaces de desarrollar a cada momento. Abrazar es incluir. Y si incluimos, el amor puede fluir.
La madre representa la vida. La vida en todos sus aspectos. Si de niños hemos sentido que nuestra llegada hacia nuestra madre no ha sido fácil, es muy probable que esa sea la sensación que tengamos frente a nuestra propia vida. ¿Cómo siento la vida? Esa es una pregunta que te invito a hacerte. Con total sinceridad, pregúntate ¿Cómo siento la vida? Y deja que las sensaciones que lleguen a tu cuerpo te traigan por sí solas las respuestas. Ahora, mira hacia tu madre internamente y preguntate, ¿Cómo siento la relación con mi madre ? ¿La siento distante? ¿Siento que tengo que lucharla” para que ésta fluya ? ¿Siento que tengo que competir con mis hermanos o hermanas?
Date el tiempo, sobretodo para prestar atención a las sensaciones. El cuerpo es sabio porque en él se expresa nuestro inconsciente.
Haciéndote estás preguntas podrás comenzarás también a hacer ciertas asociaciones que te permitirá ampliar la mirada…
¿Cómo es la relación con tu madre hoy? ¿Cómo sentís la vida? ¿Te hace sentido que pueda existir una similitud?
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