¿Te ha pasado ó te pasa de haber “bajado las persianas al amor” con tal de no volver a sufrir? Te encontrás muy bien y cómodo/a con tu soledad, anhelas compartir en pareja, pero con tal de no salir sufriendo… ¿le has puesto un candado al corazón? Si es así, ¿Creés que tener el corazón cerrado sería la solución?

Cómo quizás me hayas escuchado mencionar en alguna oportunidad, toda relación es un espejo. Que es lo mismo que decir, una oportunidad para conocernos a nosotros mismos y viajar a las profundidades de nuestra mente inconsciente, dónde se alojan todos esos programas que año tras año hemos venido acumulando y que son precisamente los que hacen que atraigamos los escenarios que vivimos.

Entonces, si lo que vives es un espejo,  ¿Para qué experimentarías el miedo a abrirte a una nueva relación?

Te comparto a continuación algunas posibles causas que he observado en mi camino:

Una nueva relación comienza en la manera en la que terminamos la anterior. Si arrastramos miedos ó culpas, como mecanismos de defensa, es probable que una parte de nuestra mente quiera defenderse para no volver a repetir historias y genere así una “contracción” o, en otras palabras, la energía no esté disponible para atraer una relación sana a tu vida. Una parte de ti puede desearlo, pero otra parte de ti (inconsciente) se sentirá protegida en soledad. Entonces, ¿Qué hacer si este es el caso? La invitación es a soltar el pasado, perdonándotelo. Esto significa que te des el permiso para comprender -a un nivel más profundo- que las cosas siempre se dan como tienen que darse porque vivimos justo lo que necesitamos vivir para recordar quienes somos. Esto quiere decir que, hayas vivido lo que hayas vivido en tu pasado que puedas estar en paz con eso. De lo contrario, algo en ti seguirá “recreando” escenarios posibles para liberar un posible rencor que haya quedado pendiente.  Sé que puede resultarte muy loco todo esto, pero recuerda que mi invitación siempre será a que lo experimentes. Que nos dé miedo comenzar de nuevo es la manera que tiene la vida de avisarnos que en algún punto estamos bloqueando el amor que no pudimos expresar en su momento. Recuerda, soltar el pasado es la lección.

Otra causa posible a observar la tendencia que puedes tener a vincularte desde la necesidad. ¿Creés que una pareja puede darte algo que piensas que no tienes?, ¿Amor?¿Reconocimiento? ¿Aprobación social? ¿Seguridad? ¿Estabilidad? Estos fltros, que muchas veces son inconscientes, son los que pueden estarte llevando a esperar que la otra persona cumpla con lo que se supone que debería cumplir para sentir que la relación funciona. Lo cual llega a convertirse en un desgaste tremendo. Puede que te haya pasado que el primer tiempo todo iba muy bien, pero luego  la relación haya comenzado a “descarrilarse”. Si sentís que este es el caso, la lección es observar las creencias que tienes asociadas a las relaciones en pareja y aprendas a vincularte desde una libertad verdadera sin repetir patrones de dependencia emocional. Puedes preguntarte entonces: ¿Qué crees que una relación en pareja puede darte? ¿Te sientes más valioso o más valiosa estando en pareja que no estándolo? Te sugiero que seas muy honesta/o contigo. La Honestidad nos cura. 

Una tercera causa tiene que ver con que puedes tener vigente una deseo profundo de no repetir la relación que han tenido tus padres. Si este ha sido el caso, piensa y reflexiona en aquellos juicios que hoy sostienes en tu mente acerca de cómo ellos se han relacionado. ¿Qué es lo que piensas que tu padre podría haber hecho mejor? ¿Y lo que tu madre podría haber hecho mejor? En ese sentido, puedes encontrar juicios “frescos” en ti que pueden estar “bloqueando” de algún modo la expresión material de una vida en pareja. 

Observa cómo te has sentido con esta información que te compartí.  Observa con cual de estas causas te has sentido más identificada/o y luego trabaja con la Guía gratuita: Descubriéndome a través de ti,  que puedes encontrar aquí en mi web.