Elimina los malos entendidos y consigue crear entornos de confianza y cooperación gracias a un enfoque sistémico de liderazgo

Tanto en consulta como en el taller de espejo, Lucía me ha brindado herramientas muy acertadas y potentes que me han aportarado para cambiar mi accionar. En consulta particular trabajé los celos y pude lograr otra mirada. La vez que volvió a suceder, pude cambiar mi pensamiento y actitud. Sus meditaciones me hicieron de mucho apoyo. Agradezco mucho a Lucía por traer luz a mis situaciones reiteradas.

Tengo tanto para agradecer en este corto tiempo que la conozco que podría hasta escribir un libro. Lucía es una persona muy linda que me llenó de luz y paz. Hoy en día vivo tranquila, descanso en paz (algo que me costaba muchísimo). Ya no siento esa ansiedad que me cerraba el pecho. Enfoqué la vida desde un punto de vista que yo no conocía y hoy en día confío en la vida. Me dejo llevar y fluyo. Vivo el hoy sin estar pensado en qué pasará mañana, al mismo tiempo que me perdono por haber vivido tanto tiempo de otra manera. Porque entendí que siempre hice lo mejor que pude con las herramientas que tenía.

Lucía me ayudó muchísimo con el tema propósito, abriéndome puertas que no conocía. Estuve años cerrado, sintiendo que lo único que podía ser era un empleado en una imprenta. Con respecto a mi mamá también me ayudó a tener una visión diferente de ese conflicto y así poder sobrellevarlo mejor. Lo que más destaco de su acompañamiento es esa visión amorosa y pacífica que transmite. Cuando uno llega a consulta con un super problema, ella, en 3 minutos, ayuda a verlo como una situación de aprendizaje… Es mágico. Siento que recién estoy empezando a vivir. Lo otro fueron etapas duras, con otra conciencia, a los tumbos por la vida. Hoy estoy empezando a disfrutar sin miedo. No todos los días lo consigo, pero sé que ahí está esa herramienta que me indica que todo está bien.

Participé en un taller sobre Los Espejos y también tuve una consulta individual. Lucía me ayudo mucho en una situación de pareja que se repetía en mi vida. Luego que lo trabajé con ella, la situación poco a poco fue cambiando hasta que se resolvió. Además, me dio herramientas para seguir trabajando diferentes situaciones que se me presentan, y las sigo aplicando. Gracias, gracias, gracias.

Cuando recurrí a Lucía estaba en medio de una crisis (en la que aún estoy pero con cosas más claras) en relación a lo que quería “hacer” de mi vida. Pude tomar la decisión de dejar esa carrera que estaba haciendo para cumplir con un “algo” que no era yo. Pude comprender que antes de buscar qué hacer, tenía que encontrar que quería SER, que todos tenemos un don y cuando identificas cuál es, es cuando podes dedicarte a eso para lo que vinimos. Me ayudó a poder entender muchas cosas de mí y pude tomar las decisiones con más consciencia. Hoy en día sigo aplicando mucho de lo que vimos en esas sesiones. ¡Muchas gracias!

Agradezco mucho a Lucía por ayudarme a encontrar la luz en mi vida, a valorarme y quererme, a ver que hay otra manera de ver las cosas; osea, otra manera de vivir. Me cambió la vida haberla encontrado en esta etapa de mi vida. Gracias, gracias, gracias. Me ayudó con el tema de las relaciones, pude soltar a personas que antes no podía.

Me ayudó con varios temas: a controlar la ira; controlar mis obsesiones; en encaminarme a vivir el aquí y ahora y dejar atrás varios temas que me daban sufrimiento y ansiedad; a hacer una buena proyección a futuro en tema laboral; ahora, a caminar juntos a dejar el cigarrillo (sin olvidar el tema pareja, a lograr estabilidad); y a encontrar paz a través de la meditación. Lo que más destaco de Lucía es el ser humano que es, la humildad que tiene, la manera en que llega al paciente, su paciencia, lo empática que es. Eso es a grandes rasgos, sin profundizar. No tengo problema en que dé todos mis datos, en una de esas puedo ayudar a alguien también. La verdad que con Lucia en mi vida, hay un antes y un después.

Tengo un antes y un después de comenzar las terapias. Aprendí a amarme y a priorizarme ante el resto de mis vínculos. Aprendí a meditar y a través de ello lograr el encuentro más puro y hermoso con mi ser interior. A ignorar y no escuchar al ego. A través del curso de milagros aprendí a entregar a Dios cuando la duda nos rodea, y del curso de los espejos aprendí a verme en otras personas lo que no quiero ser o lo que quiero mejorar. Aprendí a tomar decisiones, a soltar lo viejo, a perdonar y perdonarme. Lucía es un ser de luz muy especial. Tiene una gran empatía y nos habla desde ella. Gracias, gracias miles porque mi vida de hoy es muy diferente a la de antes de conocerla.

Un 13 de Julio de 2020 toqué fondo y me puse a pensar e indagar que tenía que haber una manera diferente para encarar la relación con mi mamá. Me puse a investigar y me topé con el perfil de Instagram de Lucía. Justo, en poquitos días iba a brindar un taller sobre cómo mejorar la relación con nuestras madres. Bueno, para mí fue un antes caótico y un después mucho más “organizado”. Desde ese día me ha acompañado, guiado e inspirado para seguir por este camino de autoconocimiento y sanación que tanta falta me hacía y no sabía por dónde ni cómo empezarlo. Gracias, gracias, gracias.

Llegué a Lucía en un momento de mucho estrés, ira, enojo, miedos y más. Al empezar con ella, en el camino me fui dando cuenta que no profundizaba conmigo misma. Eso fue una de las cosas que fui trabajando con ella. Fue hermoso darme cuenta de eso porque me ayudó en muchas perspectivas de mi vida. También llegué a ella para aprender a canalizar mis emociones. Esas estaban desordenadas. Necesitaba, además, aprender a perdonar y soltar heridas del pasado para sanarme. Al lograr entender en mí misma lo que pasaba, sentí realmente mucha paz. Sobre todo cuando logré perdonar y entender que quizás los demás, en su momento, dieron lo mejor de si. Logre perdonar y perdonarme, aprendí a conocerme y darme a mí misma ese valor que a veces creemos no merecernos. Aprendí a creernos, merecernos. Aprendí a quererme y a autoconocerme un poco más para estar en armonía conmigo misma. Muchas gracias, Lucía, por estar en mi camino y ayudarme a aprender a soltar lo que se podía, a perdonar lo que no se podía cambiar; y sobre todo, gracias por hacerme entender que todo es un reflejo y nosotros decidimos cómo querer proyectarlo. Muchas gracias.

Cada sesión es un antes y un después. Lucía es muy clara en lo que transmite. En particular, me ayudó a tener otro punto de vista, distinto al que tenía en la estructura psicológica armada en mi mente.

Recurrí a Lucía las veces en el que “el mundo que conocía” se me daba vuelta, cuando sentía que la vida me estaba intentando mostrar o enseñar algo y no era capaz de darme cuenta qué era… Por eso llegué a sus sesiones, para encontrar esas herramientas y así poder entender todo eso que la vida me revelaba. Confieso que no siempre me lo hizo fácil. Algunas veces me quedaba pensando durante días enteros lo que me había planteado hasta que de pronto esos “tips” me empezaban a resonar…

Lo que más valoro del acompañamiento de Lucía fue la paz que me ayudó a sentir en un momento muy oscuro de mi vida. Estoy convencida de que el universo la puso ahí para ayudarme a transitar ese momento. Hoy miro para atrás y no puedo creer cómo pude sobreponerme, su palabra certera me ayudó a encontrar paz en tanto caos. Eternamente agradecida y abierta a seguir aprendiendo cerca suyo. ¡Gracias!